¡¡¡Miaaaaauuuuuu!!! Lo primero de todo, que sepais que me da una vergüenza tremenda... Ya sabeis que no suelo poner fotos mías por aquí, pero es que me parecía que quedaban tan monas estas orejas de gatito, que no he podido resistirme. Pero como de la niña no voy a poner ninguna foto, pues no me queda otra que modelar yo. Ya os contaba hace poco cómo hice el disfraz de gato para nuestra peque en el primer carnaval que ha celebrado (el año pasado era pequeña y no me animé a disfrazarla, entre otras cosas por falta de tiempo). El caso es que quedé pendiente de explicaros un poco mejor cómo se hacían las orejas, así que, el mismo martes de carnaval, cogí mi plantilla y monté un par de orejas extra para la abuela de la criatura, que se apunta a un bombardeo. Así, íbamos las tres disfrazadas y pintadas de gato, y echamos un rato muy divertido. Necesitamos goma eva de dos colores, tijeras, un par de horquillas y pegamento de contacto. Lo primero es dibujar...
Mi rincón para compartir las cosas bonitas que me encuentro... ¡y las que voy haciendo!
Me parece monísisismo!!!
ResponderEliminarTe ha quedado muy bonito!
ResponderEliminarMe encantan tus broches!! :)
ResponderEliminarTe dejé un regalillo en mi blog ;)
pompitasjabonosas.blogspot.com.es
q q me parece!!?? q kedo genial!!! super divertido y original!!
ResponderEliminarprecioso¡¡¡¡
ResponderEliminarEs una monada!!:D...tiene una cara de majo que no puede con ella! Igual algún día me pongo y con ganchillo lo saco!jeje;)
ResponderEliminarA lo mejor en losmundosdesarita.blogspot.com encuentras también alguna cosilla chula! Espero que te guste!
Macarena esta para comérselo....la verdad es que queda muy gracioso...y las mariquitas genial...
ResponderEliminarun abrazo y feliz fin de semana
Gracias, chicas... no sabeis lo que me alegra tanto entusiasmo! Empiezo el lunes con mucha más alegría!!
ResponderEliminarñam ñam, si tiene gusano es que está rica rica, estos no son tontos. Muy bonito el broche
ResponderEliminarQue original, ese gusano es muy simpático.
ResponderEliminarUn besazo