Buenos días y
Si me seguís, ya sabreis que no soy mucho de escribir sensiblerías ni ñoñeces (yo soy así, aunque sea una sentimentaloide, también soy un poco silvestre), pero en el día de la madre tengo que hacer una excepción... porque, aunque mi mamá sabe que la quiero mucho todos los días, y además se lo digo a menudo, nunca está de más hacerlo una vez más. Seguro que no se cansa de oírlo. O de leerlo en este caso.
Ya os contaba el año pasado por estas fechas lo absolutamente fenomenal que es mi madre, pero no me imaginaba lo mucho que esa admiración podía crecer... Y es que mi Princesa Punky sólo tenía 20 días de vida. Ahora que la niña ya ha cumplido un año y tengo algo (muy poco) de experiencia como mamá, empiezo a atisbar lo que se puede querer a un hijo... y lo que se esfuerza una por ellos.
Y mi madre, además de conmigo, es genial con su nieta. No sólo es una abuela razonable, que ni se inmiscuye donde no la llaman, ni compra cosas sin ton ni son (conozco una, que compraba lo primero que encotraba, dando igual la talla y la temporada. Resultado: toneladas de ropa sin estrenar)... Es, además, discreta. No pide fotos de la niña continuamente, ni las va enseñando por ahí en modo obsesivo (ya sé de dónde me viene a mí lo de no ser una mamá coñazo, que me ha costado más de una bronquita de alguna amiga, porque no envío fotos de la niña). Es supercariñosa y divertida. Se tira por los suelos con la niña y hace el tonto, y juega al escondite y pone caras. Pero, a la vez, es una buena influencia. Porque no la consiente, sino que me enseña a educarla. (No es la típica abuela que, si la niña no quiere merendar fruta le da galletas, y cualquier otra cosa que la pequeña señale...)
Mi madre lee mucho, cada vez más en inglés y además literatura fantástica, se ha aficionado a Pinterest, cocina que te mueres, se apunta a un bombardeo si se lo proponemos alguien de la familia (lo mismo da un paseo que la Carrera de la Mujer), ve series en inglés, y es la única mamá del mundo que conozco que, cuando falla un capítulo te dice "será el parón de mid-season",
Mi madre me enseña cada día a ser mamá yo también. Y es, además, mi mejor amiga. En definitiva... Mi madre es mi modelo a seguir. Y, algún día, me gustaría llegar a ser como ella.
Al resto... gracias por leerme y que paseis un feliz domingo,
Feliz Día de la Madre a todas las mamás presentes
Si me seguís, ya sabreis que no soy mucho de escribir sensiblerías ni ñoñeces (yo soy así, aunque sea una sentimentaloide, también soy un poco silvestre), pero en el día de la madre tengo que hacer una excepción... porque, aunque mi mamá sabe que la quiero mucho todos los días, y además se lo digo a menudo, nunca está de más hacerlo una vez más. Seguro que no se cansa de oírlo. O de leerlo en este caso.
Ya os contaba el año pasado por estas fechas lo absolutamente fenomenal que es mi madre, pero no me imaginaba lo mucho que esa admiración podía crecer... Y es que mi Princesa Punky sólo tenía 20 días de vida. Ahora que la niña ya ha cumplido un año y tengo algo (muy poco) de experiencia como mamá, empiezo a atisbar lo que se puede querer a un hijo... y lo que se esfuerza una por ellos.
Y mi madre, además de conmigo, es genial con su nieta. No sólo es una abuela razonable, que ni se inmiscuye donde no la llaman, ni compra cosas sin ton ni son (conozco una, que compraba lo primero que encotraba, dando igual la talla y la temporada. Resultado: toneladas de ropa sin estrenar)... Es, además, discreta. No pide fotos de la niña continuamente, ni las va enseñando por ahí en modo obsesivo (ya sé de dónde me viene a mí lo de no ser una mamá coñazo, que me ha costado más de una bronquita de alguna amiga, porque no envío fotos de la niña). Es supercariñosa y divertida. Se tira por los suelos con la niña y hace el tonto, y juega al escondite y pone caras. Pero, a la vez, es una buena influencia. Porque no la consiente, sino que me enseña a educarla. (No es la típica abuela que, si la niña no quiere merendar fruta le da galletas, y cualquier otra cosa que la pequeña señale...)
Mi madre lee mucho, cada vez más en inglés y además literatura fantástica, se ha aficionado a Pinterest, cocina que te mueres, se apunta a un bombardeo si se lo proponemos alguien de la familia (lo mismo da un paseo que la Carrera de la Mujer), ve series en inglés, y es la única mamá del mundo que conozco que, cuando falla un capítulo te dice "será el parón de mid-season",
Mi madre me enseña cada día a ser mamá yo también. Y es, además, mi mejor amiga. En definitiva... Mi madre es mi modelo a seguir. Y, algún día, me gustaría llegar a ser como ella.
Mamá, te quiero un egg (y la yema del otro).
Comentarios
Publicar un comentario