¡Hola!
Pues aquí estamos, más de dos meses más tarde, de vuelta al blog... Al final, no fui capaz de terminar el reto #52láminasbonitas2017... me quedé en la 40. Pero a última hora, buscando y formando a mi sustituta en el trabajo, con los preparativos para la llegada de la pitufilla (y cuando finalmente llegó), no me dio mucho tiempo a dibujar.
Pero si me seguís en mi cuenta personal de IG, ya os habréis enterado de que a principios de diciembre llegó nuestra chiquitina... Y, desde entonces, he estado bastante entretenida con ella.
Tenía pendiente hacer una entrada en el blog, hablando de las diferencias entre el primer y el segundo embarazo... pero al final tampoco fue posible, así que voy a hacer uno que hable un poco de las diferencias y similitudes entre mis dos embarazos y los primeros meses de vida con mis dos hijas.
Para los que no lo sepáis, se llama bebé arcoiris a aquellos que vienen después de un aborto, porque representan una gran alegría.
Así que, en ambos casos, aunque en este segundo un poco más, estábamos muy contentos de que salieran adelante... y los dos fueron unos embarazos fantásticos. Sin náuseas, sin molestias, sin insomnios... la única diferencia notable es que en el segundo, hacia el final, tenía unos pinchazos tremendos en la zona de la ingle, y que me sentía bastante más pesada (de hecho, la niña pesó casi medio kilo más que su hermana al nacer). También puede tener que ver el hecho de que, con la primera, estuve haciendo ejercicio (Pilates) hasta tres semanas antes de nacer, mientras que en esta segunda ocasión, apenas he hecho deporte.
Una gran diferencia es que, cuando me quedé embarazada de la primera... tenía mucho más tiempo. Me hacía fotos todas las semanas, un pequeño montaje con los cambios que había notado... Mientras que con la segunda, tenía bastante más trabajo por las mañanas... y, por las tardes, mucho más entretenimiento con la mayor. Así que, del segundo embarazo, apenas hay foto de la barriga.
La mayor, pese a mis dudas intermitentes, parece llevar muy pero que muy bien la llegada de la pequeña. Continuamente le dice que la quiere. Está loca de ganas de cogerla, achucharla...
Y vosotros... ¿cómo llevasteis la llegada de uno más a la familia?
Pues aquí estamos, más de dos meses más tarde, de vuelta al blog... Al final, no fui capaz de terminar el reto #52láminasbonitas2017... me quedé en la 40. Pero a última hora, buscando y formando a mi sustituta en el trabajo, con los preparativos para la llegada de la pitufilla (y cuando finalmente llegó), no me dio mucho tiempo a dibujar.
Pero si me seguís en mi cuenta personal de IG, ya os habréis enterado de que a principios de diciembre llegó nuestra chiquitina... Y, desde entonces, he estado bastante entretenida con ella.
Tenía pendiente hacer una entrada en el blog, hablando de las diferencias entre el primer y el segundo embarazo... pero al final tampoco fue posible, así que voy a hacer uno que hable un poco de las diferencias y similitudes entre mis dos embarazos y los primeros meses de vida con mis dos hijas.
Diferencias y similitudes entre mi primer y mi segundo embarazo
No sé si lo he comentado en anteriores ocasiones, pero antes de que naciera mi primera hija sufrí un aborto, y entre la primera y la segunda, otros dos. Así que esta segunda niña arcoiris era muy deseada.Para los que no lo sepáis, se llama bebé arcoiris a aquellos que vienen después de un aborto, porque representan una gran alegría.
Así que, en ambos casos, aunque en este segundo un poco más, estábamos muy contentos de que salieran adelante... y los dos fueron unos embarazos fantásticos. Sin náuseas, sin molestias, sin insomnios... la única diferencia notable es que en el segundo, hacia el final, tenía unos pinchazos tremendos en la zona de la ingle, y que me sentía bastante más pesada (de hecho, la niña pesó casi medio kilo más que su hermana al nacer). También puede tener que ver el hecho de que, con la primera, estuve haciendo ejercicio (Pilates) hasta tres semanas antes de nacer, mientras que en esta segunda ocasión, apenas he hecho deporte.
Una gran diferencia es que, cuando me quedé embarazada de la primera... tenía mucho más tiempo. Me hacía fotos todas las semanas, un pequeño montaje con los cambios que había notado... Mientras que con la segunda, tenía bastante más trabajo por las mañanas... y, por las tardes, mucho más entretenimiento con la mayor. Así que, del segundo embarazo, apenas hay foto de la barriga.
Los partos
En cuanto al parto, ambos fueron muy rápidos y fáciles. En el caso de la primera, empecé con contracciones a las 3 de la madrugada, pero no fui a la clínica hasta primera hora de la mañana, y la niña nació a las 12 del mediodía. En el caso de la segunda, me puse de parto a primera hora de la mañana, nos pusimos en marcha en seguida. Llegamos a la clínica a las 10... y dos horas más tarde, ya había llegado la pequeña. Las dos parto natural, con epidural, las dos con una (pequeña) episiotomía... y las dos sin sufrir en absoluto de lo rápido que fue. En dos empujones estaban fuera en las dos ocasiones. Ah, y una la tuve en la Clínica Santa Elena, y a otra en La Milagrosa. Resulta que mi ginecólogo, desde que cumplió los 65 (este año), ya no atiende partos de urgencia (no programados), salvo contadas excepciones, y yo iba a ser una de ellas. Así que, como había cambiado ya toda su actividad de quirófano a la Milagrosa, me dijo que acudiera allí. Pero al final no me pudo atender él, porque la pitufilla llegó en pleno puente y le pilló fuera de la ciudad.Mis bebés recién nacidas
Y en cuanto a las niñas... como la noche y el día. La mayor nació muy pequeñita, con 2.640 gramos. Todo lo que se le veía era cabeza y ojos. Yo la llamaba cariñosamente "mi aliencito", y la segunda pesó 3.050 gramos, regordita. Creo que lo que mejor define la diferencia es decir que la segunda estaba "más hecha".Dos lactancias completamente distintas
Con la primera, tardó varios días en subirme la leche, así que perdió peso...y la segunda empezó a ganarlo en seguida. Supongo que la diferencia de tamaño entre una y otra, tiene algo que ver, porque la primera, tan chiquituja, era como si no tuviera energía para engancharse bien al pecho y succionar en condiciones... así que las tomas eran un horror: había que despertarla cada 3 horas, pero es que costaba muchísimo hacerlo. Nos recomendaron darle pellizcos en los talones, aplicarle en cara y manos una toalla mojada y fría... aún así, comía un poco, se quedaba dormida, había que despertarla otra vez... y así en bucle durante dos horas, para conseguir que comiera algo y luego una hora de sueño... y volver a despertarla. Hasta que por fín cogió el peso suficiente para no tener que despertarla, pero siempre estaba ahí la duda de si la niña tenía suficiente leche... cosa que con esta segunda no ha sucedido. Para empezar, tardó mucho menos en subirme la leche. Pero, además, se veía claramente que salía mucha. Eso por no hablar de la prueba de fuego: ¡el sacaleches! En mi primera lactancia lloraba, literalmente, cuando veía lo que había extraido con el sacaleches... mientras que ahora, respiro más que tranquila... La niña está "hermosota" y, si no ha comido todo, aún sale algo con el sacaleches. De hecho, estoy pensando en donar leche. En su día, con la mayor, lo miré, pero, entre que salía más bien poco y que en Madrid solo se podía donar en el Hospital Doce de Octubre (bastante lejos de mi casa), lo descarté rápidamente. Pero ahora se puede donar e incluso hacer la entrevista para hacerse donante en varios hospitales de la capital, así que lo voy a intentar. Y os dejo un enlace por si os interesa. Aunque dice que solo se puede hacer la entrevista en el 12 de Octubre, ahora también se puede hacer en La Paz. Y las entregas se pueden hacer en el 12 de Octubre, en La Paz, en el Severo Ochoa, en el Clínico San Carlos y el Puerta de Hierro.Por lo demás...
...quitando el sentimiento de culpa que me invade de vez en cuando, cuando pienso que ya no le estoy dedicando el mismo tiempo a mi hija mayor que le dedicaba antes (y que empezó la primera noche que pasé en la clínica tras el parto con una llorera hormonal estupendísima)... la "bimaternidad" resulta muy entretenida, pero no tan terrible como una lee por ahí. Por lo menos, de momento.La mayor, pese a mis dudas intermitentes, parece llevar muy pero que muy bien la llegada de la pequeña. Continuamente le dice que la quiere. Está loca de ganas de cogerla, achucharla...
Y vosotros... ¿cómo llevasteis la llegada de uno más a la familia?
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