Ya os contaba en la entrada anterior las zonas que visitamos en nuestro viaje a la Selva Negra, consejos para anbuscar alojamiento, compras, vacunas, etc.
Así que ahora os iré detallando, de las zonas rosa y verde que veis más abajo, las rutas que hicimos cada día con la info que me parezca reseñable o digna de compartir. He de decir que, pese a ir con niñas, solemos viajar a buen ritmo. Lo que no hacemos es visitar muchos museos, por ejemplo, porque se nos aburrirían.
Dimos un paseo por la plaza del mercado con su Heiligskirche (Iglesia del Espíritu Santo), la Hauptstrasse (calle principal). Cruzamos el puente de Karl Theodor, una de las construcciones emblemáticas de la ciudad. y comimos en una hamburguesería (eso, los kebaps y los italianos son los que suelen estar abiertos en horarios má amplios) llamada Die Kuh die lacht (La vaca que ríe).
Nosotros solo subimos hasta el castillo (en ruinas, pero muy bonito, con un barril gigante y un museo de farmacia curioso. Pero no quisimos entretenernos más, para pasar por Baden - Bade, aunque luego, con el atasco que había, no nos fue posible visitarla y llegar a una hora "decente" a nuestro primer alojamiento.
Antes de ir a Mehliskopf (ojo, cierra pronto), decidimos parar a comer... pero como íbamos tarde, no había gran opción. Encontramos una cabaña inverosímil, atendida por un señor de unos 150 años, aproximadamente, encantador y que nos contó que había visitado Madrid (aunque solo el aeropuerto), en los 80, en escala hacia Panamá. Entiendo que tendrá más vida en invierno. Desde luego, nosotros hicimos nuestra primera comida típica de manual, a base de salchichas. Se llama Langlauf Center Herrenwies, os dejo el enlace.
Mehliskopf es un parque de ocio con varias actividades para los niños (parques de cuerdas, de bolas, tiro con arco, esquí en invierno) y una Bobbahn de 1,3 kilómetros... que es una montaña rusa que actúa por la gravedad de la inclinación de la montaña. Tú vas en un vehículo en un riel, bajando la ladera de la montaña. Tiene unas palancas para frenar, y dicen que alcanzas los 40 km/h. Y, se puede montar de dos en dos. A nuestra pitufa le encantó.
Se puede acceder desde dos puntos de la L83 (la carretera en la que está la cabaña que os he comentado antes). Uno de los caminos, de hecho, parte de prácticamente enfrente del Langlauf Center. Os dejo aquí el recorrido. Es el que hicimos nosotros. Aunque luego he encontrado que se puede hacer también desde un punto de la L83 un poco más allá, camino de la presa de Schwarzenbach. Y, de hecho, es más corto. Os dejo también el enlace.
Estrasburgo me resultó una ciudad francamente bonita. No voy a entrar en listados tipo "X cosas que ver en Estrasburgo", porque hay chorrocientos y porque nuestro plan, con niñas, es más bien ver la ciudad en sí. Y para eso nada como perderse paseando, viendo los canales con sus flores, sus casas típicas... Francamente preciosa. Dicen que ver como abren las esclusas para regular los canales desde lo alto de los puentes cubiertos es chulo. Nosotros subimos, pero no llegamos a ver el espectáculo, solo las vistas, que están muy bien.
Otro pueblo muy bonito en Alsacia, con esas casitas de cuento de hadas, que merece un paseíto.
Kayserberg me enamoró. Esas márgenes del río, con las casas con sus fachadas de colores... Este sí que no me lo perdería si vas por la zona y tienes que seleccionar.
A Colmar lo llaman La pequeña Venecia, por sus canales, aunque realmente no tiene tantos. Son mucho más espectaculares en Estrasburgo. Aunque sí es cierto que aquí se complementan con las casitas típicas. En uno vimos incluso una especie de góndolas, aunque como fuimos ya tarde no vimos ninguna en marcha.
Otro dato curioso es que de Colmar era Frédéric August Bartholdi, el autor de la Estatua de la Libertad. De manera que, en la rotonda de uno de los accesos al pueblo, podréis ver una reproducción más pequeña. Ojo. que hay cartelitos en el suelo del centro Colmar que indican hacia dónde está la estatua... salvo que tengais mucho tiempo, no lo perdais en ir caminando. Acercáos en coche a la entrada o a la salida. Está en medio de la carretera, lejos de todo lo demás.
Freudenstadt tiene una plaza cuadrada enorme, bonita... (la plaza de mercado más grande de Alemania) con una fuente de esas de chorros para arriba donde te puedes mojar. Y poco más, en mi opinión. Tiene balnearios... pero es para otro tipo de turismo.
En
mi opinión, salvo que seas especilamente amante de la cerveza
Alpirsbacher o tengas mucho tiempo, si vas con niños te puedes ahorrar
esta visita. Lo único que tiene que ver es la Abadía (hay visitas
guiadas) y la fábrica de cerveza.
Al contrario que el pueblo anterior... Schiltach nos pareció muy bonito. Dentro de que es del mismo estilo que todos los pueblos de la Selva negra, con sus casas con entramado de maderas, aquí había también alguna fachada pintada (la del ayuntamiento), y un museo de la madera y los curtidores. Ojo, que las 17:00 cierra.
Merece un paseíto callejeando, pero ojo, que las cuestas arriba son importantes.
Gengenbach, pese a ser el pueblo al que pertenecía nuestro primer alojamiento, no lo visitamos en condiciones hasta el último día (sí que habíamos ido a comprar pan, a cenar la primera noche a un Biergarten). Y la verdad es que no solo es bonito, sino que además, tiene un montón de restaurantes, un par de panaderías artesanas bien majas, y mucha vidilla.
Entre
Offenburg y Gengenbach (de hecho lo vimos desde la carretera), se
encuentra Ortenberg. No suele aparecer en los listados de cosas que ver
en la zona. De hecho, nosotros lo buscamos porque lo vimos al ir i venir
a Gengenbach. No es que sea una cosa imprescindible. Pero si estás
alojado en los alrededores y tienes un ratito libre, puedes
acercarcarte. Se puede subir con el coche por una carretera estrechita, y
llegas a un castillo bastante bonito y con unas vistas preciosas. El
castillo es un albergue juvenil, y hay viñedos. La verdad es que es una
visita bonita. No teníamos muy claro que se pudiera pasar al albergue...
pero al no encontrar carteles que lo prohibieran, pasamos (lo que es al
recinto, no al interior de los edificios). En verano abre y se puede
visitar una torre que hay justo a la entrada, pero ojo con el horario.
Nos llamaron la antención los canales (Freiburger Bächle),
que en su momento se usaban como canales de irrigación y que
actualmente se usan como reclamo turístico, ya que es uno de los
símbolos de la ciudad, y para refrescarse. Por lo que vimos, es muy
habitual que la gente meta los pies (o las cervezas) a enfriar en los
arroyuelos. Por eso también, en los puestos callejeros y las tiendas de
souvenirs venden toda clase de juguetes acuáticos para poner a flotar:
barcos, patitos de goma... algunas tiendas ponen cosas delante del
escaparate, sumergidas en el Bächle, como reclamo (un barco, unas botas
de agua coloridas).
Las vistas desde lo alto del Kandel son francamente espectaculares.
Eso sí, no esperes encontrar una cafetería... cuando nosotros fuimos
(verano 2019) estaban haciendo obras en lo que en su día fue un hotel
con restaurante, pero aparte de eso... gente aprovechando la ladera de
la montaña para coger el viento y hacer parapente.
De camino al parque, visitamos varios de los relojes de cuco más grandes del mundo, que son del tamaño de fachadas:
A las cascadas de Triberg, las más altas de Alemania, se puede acceder desde dos puntos pagando entrada (5€/adulto) y, dicen las malas lenguas, que también sin pagar por un camino cerca del aparcamiento de un balneario (aunque no lo comprobamos). Tiene tres recorridos. Nuestra niña, que es una bendita, hizo dos... (la pequeña iba en mochila todo el viaje, no cuenta). Son bonitas.
El Feldbergbahn es un teleférico incluido en la HochScwarzwaldKarte. La verdad es que merece la pena la visita, porque las vistas desde lo alto del Feldberg son muy bonitas. En lo alto del monte, a un paseíto, hay una torre/museo desde donde se ve aún más. También está incluida en la tarjeta. El teleférico tiene cabinas temáticas. A nosotros en la bajada nos tocó una que tenía un peluche de vaca gigante que les encantó a las niñas, pero vi también una con enanitos, una de recién casados... OJO, es recomendable madrugar. Nosotros fuimos tempranito y entramos genial... pero cuando bajamos había una cola bastante importante. Hay que dejar el coche en el aparcamiento de abajo, y es bastante carete y por horas completas.
Al pie del Feldberg está la Casa de la Naturaleja (Haus der Natur), también incluida en la tarjeta. Nosotros la visitamos porque, ya que nos iban a cobrar otra hora más de parking, aprovechábamos para hacer algo también entretenido para las niñas. Es uno de esos museos con partes "sensoriales" de descubrir lo que hay por la textura, vídeos en 3D, se puede trepar a una caseta, hacer viaje virtual en globo o en tren...
Las cascadas de Todtnau son también bastante bonitas. Os dejo el enlace de Tripadvisor.
Es otra Rodelbahn, una montaña rusa de esas que subes en telesilla y bajas por gravedad, pudiendo controlar tú la velocidad con unos frenos. Es bastante más larga que la otra que probamos, casi 3 km. Os dejo la web. Está incluída en la Hochschwarzwaldkarte. Eso sí, hay mucha cola. Casi mejor ir a primera hora.
Este es un parque de atracciones, en medio de una montaña, con una Rodelbahn entre animales, atracciones de agua..., caballitos... y un enorme parque de bolas/ pista americana para los más pequeños. También está incluido en la tarjeta de la Selva Negra. Nosotros fuimos por la tarde, y, a toro pasado, yo le habría dedicado más tiempo, porque la niña (la mayor, 5 años), lo disfrutó muchísmo, y los días siguiente preguntó en varias ocasiones si no volvíamos. Os dejo la web.
Otra de las atracciones incluidas en la Tarjeta de la Selva Negra era un crucero por el Schluchsee. Aunque nos llovió, fue bonito. El barco tenía la opción de poner un techo acristalado, de manera que no nos mojamos.
Cerca, pasamos por un Museo de trenes en miniatura (Modellbahnzentrum Schluchsee), incluido en la Tarjeta. Si te gustan los trenes, o quieres entretener a los críos con algo un poco más lúdico, está bien. Aparte de una supermaqueta de 30m2 con varios monumentos, estaciones, ciudades a escala, hay una zona donde los peques pueden poner trenes en marcha, encender y apagar luces en las maquetas...
Después de esto, volvimos a pasar por el alojamiento, a devolver la Hochschwarzwaldkarte, antes de dejar definitivamente la Selva Negra.
El nacimiento del Danubio (o no, según si consideres que es esta fuente subterránea que va al Brigach o el nacimiento del río Breg, al que se una para formar el Danubio, o donde se unen los dos), en Donaueschingen, es lo menos glamuroso que te puedas imaginar... pero nos pillaba relativamente de camino. Se trata de una fuente subterránea, de forma circular. El agua mana del suelo y sale por unas tuberías al exterior del pueblo, que se une al río Bregach, y este posteriormente se une al Brech. La fuente del Danubio o Donauquelle está aquí.
Por dentro está vacía, pero la subida circular es curiosa, y arriba, en verano, ponen un cine. Y en el foso exterior tienen ciervos.
También en Suiza, antes de volver a Alemania a cenar en una verbena (salchichas y cerveza, cómo no) y dormir, visitamos Stein am Rhein, un pueblo muy bonito a la orilla del lago Cosntanza, donde las fachadas de las calles del centro están decoradas. Muchas casas tienen un nombre acorde a la pintura de la fachada. Es francamente bonito.
Y aquí lo vamos a dejar, porque si no, me va a salir una entrada kilométrica (bastante larga es ya) que no va a haber quien se lea...y porque de aquí nos movemos ya un poco más hacia el este, abandonando la selva negra para pasar al Bodensee o Lago Constanza, que visitamos desde Suiza, Alemania e incluso Austria. Espero que os haya gustado y que, si viajais a la zona, os sirva.
Un abrazote,
Así que ahora os iré detallando, de las zonas rosa y verde que veis más abajo, las rutas que hicimos cada día con la info que me parezca reseñable o digna de compartir. He de decir que, pese a ir con niñas, solemos viajar a buen ritmo. Lo que no hacemos es visitar muchos museos, por ejemplo, porque se nos aburrirían.
Verde: Alsacia y sus pueblecitos de cuento y ruta del vino. Rosa: Selva Negra pura y dura. Naturaleza y relojes de cuco. Azul: Las Cataratas de Rin y el Lago Costanza. Amarillo: Castillos de Luis II y otros Reyes Bávaros. Naranja: Otros castillos molones :) |
Nuestro Viaje a la Selva Negra y alrededores día a día (Selva Negra pura y dura)
Día 1: Madrid - Frankfurt - Heidelberg - Gengenbach (1er alojamiento) --> 225 km
Aeropuerto de Frankfurt
La llegada al aeropuerto de Frankfurt y recogida del coche con Avis, fue muy bien. Nos subieron de categoría a un coche más grande, así que fenomenal. Eso sí, salir de Frankfurt cuesta un rato largo. Madre mía, los atascos que se forman en este país alrededor de las ciudades.Heildelberg
Heidelberg es una ciudad universitaria (la más antigua de Alemania), con mucha vida. Si no quieres usar la opción de P+R. puedes buscar aparcamiento en esta página, que te da en tiempo real las plazas que hay en todas las zonas. Nosotros aparcamos en el P12 Kornmarkt/Schloss. que está justo junto a la Plaza del Grano, y en la estación para coger el Funicular de Heidelberg,. De hecho, hay dos funiculares seguidos, depende de cuánto quieras subir. El primero, moderno, te lleva hasta el castillo (Schloss - Molkenkur se puede visitar parte), y el segundo, te sube a lo alto de la montaña, al Könisstuhl. Tenéis las tarifas aquí.Dimos un paseo por la plaza del mercado con su Heiligskirche (Iglesia del Espíritu Santo), la Hauptstrasse (calle principal). Cruzamos el puente de Karl Theodor, una de las construcciones emblemáticas de la ciudad. y comimos en una hamburguesería (eso, los kebaps y los italianos son los que suelen estar abiertos en horarios má amplios) llamada Die Kuh die lacht (La vaca que ríe).
Nosotros solo subimos hasta el castillo (en ruinas, pero muy bonito, con un barril gigante y un museo de farmacia curioso. Pero no quisimos entretenernos más, para pasar por Baden - Bade, aunque luego, con el atasco que había, no nos fue posible visitarla y llegar a una hora "decente" a nuestro primer alojamiento.
Roserhof en Gengenbach
El Roserhof (la propiedad de la familia Roser), fue nuestro primer alojamiento en este viaje, y la verdad es que no puedo estar más contenta. Desde el primer momento la comunicación con Janina fue rápida y eficaz... Alquilamos una FeWo (Freienwohnung, vivienda de alquiler vacacional), con dos habitaciones, que estaba impecable, y que nos permitió hacer los desayunos "en casa" y alguna cena también. Son muy agradables, tienen viñedos, manzanos... y dispones de una lavadora de uso común si la necesitas. El pueblo, Gengenbach, lo visitamos otro día (lo pondré más abajo).Día 2: Allerheiligen Wasserfälle - Mummelsee - Mehliskopf - Herrenwiesersee --> 160 km
Cascadas y Ruinas de Todos los Santos (Allerheiligen)
A estas cascadas se puede acceder desde arriba (desde las ruinas del Monasterio de Allerheiligen) o desde una entrada que hay abajo, donde ya acaban. Nosotros aparcamos arriba, y fuimos bajando al lado de las cascadas, siguiendo el cauce del agua... y luego aprovechamos que mi marido corre maratones, y le mandamos echando una carrerita a buscar el coche. Y así no tuvimos que hacer otra vez el recorrido con una niña protestando y otra en la mochila.Mummelsee
Este lago glaciar en medio de la carretera de la Selva Negra, es muy turístico. Tiene un paseo que rodea todo el lago, con algunas esculturas de madera en el camino. Se tardan unos 20 minutos. Y hay varias tiendas de souvenirs y puestos de comida a la entrada. Cuenta la leyenda que hay una especie de sirenas y un rey del lago, que ayudan a los humanos, así que las esculturas están relacionadas con estos y otros seres mitológicos.Antes de ir a Mehliskopf (ojo, cierra pronto), decidimos parar a comer... pero como íbamos tarde, no había gran opción. Encontramos una cabaña inverosímil, atendida por un señor de unos 150 años, aproximadamente, encantador y que nos contó que había visitado Madrid (aunque solo el aeropuerto), en los 80, en escala hacia Panamá. Entiendo que tendrá más vida en invierno. Desde luego, nosotros hicimos nuestra primera comida típica de manual, a base de salchichas. Se llama Langlauf Center Herrenwies, os dejo el enlace.
Mehliskopf
Mehliskopf es un parque de ocio con varias actividades para los niños (parques de cuerdas, de bolas, tiro con arco, esquí en invierno) y una Bobbahn de 1,3 kilómetros... que es una montaña rusa que actúa por la gravedad de la inclinación de la montaña. Tú vas en un vehículo en un riel, bajando la ladera de la montaña. Tiene unas palancas para frenar, y dicen que alcanzas los 40 km/h. Y, se puede montar de dos en dos. A nuestra pitufa le encantó.
Herrenwiesersee
Llegamos a este lago, porque mi marido había leído en algún otro blog, que era muy bonito, y la verdad es que no nos decepcionó... ¡es precioso!Se puede acceder desde dos puntos de la L83 (la carretera en la que está la cabaña que os he comentado antes). Uno de los caminos, de hecho, parte de prácticamente enfrente del Langlauf Center. Os dejo aquí el recorrido. Es el que hicimos nosotros. Aunque luego he encontrado que se puede hacer también desde un punto de la L83 un poco más allá, camino de la presa de Schwarzenbach. Y, de hecho, es más corto. Os dejo también el enlace.
Día 3: Estrasburgo y los pueblos de la ruta del vino en Alsacia --> 235 km
Este es el día que dedicamos a la zona verde del mapa... y empezamos por la ciudad grande, claro, que es Estrasburgo. En las listas de "Pueblos bonitos que ver en Alsacia" que vimos, aparecían mucho más, pero no nos daba tiempo más... La verdad es que, visto lo visto, yo lo habría dedicado más tiempo a Alsacia. Quizá un viajecito corto más adelante, un puente. Y con más gente, a ser posible algún abstemio, para poder ir catando vinos de la zona. Que entiendo que todos los pueblecitos serán parecidos, con las casas, el río... pero están tan bien conservados, y son tan bonitos.
Estrasburgo
Estrasburgo me resultó una ciudad francamente bonita. No voy a entrar en listados tipo "X cosas que ver en Estrasburgo", porque hay chorrocientos y porque nuestro plan, con niñas, es más bien ver la ciudad en sí. Y para eso nada como perderse paseando, viendo los canales con sus flores, sus casas típicas... Francamente preciosa. Dicen que ver como abren las esclusas para regular los canales desde lo alto de los puentes cubiertos es chulo. Nosotros subimos, pero no llegamos a ver el espectáculo, solo las vistas, que están muy bien.
Riquewihr
Riquewihr |
Kayserberg
Colmar
A Colmar lo llaman La pequeña Venecia, por sus canales, aunque realmente no tiene tantos. Son mucho más espectaculares en Estrasburgo. Aunque sí es cierto que aquí se complementan con las casitas típicas. En uno vimos incluso una especie de góndolas, aunque como fuimos ya tarde no vimos ninguna en marcha.
Otro dato curioso es que de Colmar era Frédéric August Bartholdi, el autor de la Estatua de la Libertad. De manera que, en la rotonda de uno de los accesos al pueblo, podréis ver una reproducción más pequeña. Ojo. que hay cartelitos en el suelo del centro Colmar que indican hacia dónde está la estatua... salvo que tengais mucho tiempo, no lo perdais en ir caminando. Acercáos en coche a la entrada o a la salida. Está en medio de la carretera, lejos de todo lo demás.
Día 4: Freudenstadt y pueblecitos de la Selva Negra --> 200 km
Freudenstadt
Freudenstadt tiene una plaza cuadrada enorme, bonita... (la plaza de mercado más grande de Alemania) con una fuente de esas de chorros para arriba donde te puedes mojar. Y poco más, en mi opinión. Tiene balnearios... pero es para otro tipo de turismo.
Lo que sí tiene, es una torre (Friedrichsturm) en lo alto del Monte Kienberg. La torre en sí, no es más que la escalera de caracol que sube. Pero desde arriba tienes unas vistas muy bonitas... bosque y más bosque hasta donde alcanza la vista.
No se puede llegar hasta arriba en coche. Hay que dejarlo al pie del
parque, porque es zona protegida, y hacer el paseíto a pie. Que es muy
bonito. Por lo visto es una rosaleda que cuidan los propios vecinos.
Alpirsbach
Schiltach
Al contrario que el pueblo anterior... Schiltach nos pareció muy bonito. Dentro de que es del mismo estilo que todos los pueblos de la Selva negra, con sus casas con entramado de maderas, aquí había también alguna fachada pintada (la del ayuntamiento), y un museo de la madera y los curtidores. Ojo, que las 17:00 cierra.
Merece un paseíto callejeando, pero ojo, que las cuestas arriba son importantes.
Gengenbach
Gengenbach, pese a ser el pueblo al que pertenecía nuestro primer alojamiento, no lo visitamos en condiciones hasta el último día (sí que habíamos ido a comprar pan, a cenar la primera noche a un Biergarten). Y la verdad es que no solo es bonito, sino que además, tiene un montón de restaurantes, un par de panaderías artesanas bien majas, y mucha vidilla.
Ortenberg
Día 5: Friburgo y camino al Titisee (2º alojamiento) --> 150 km
Freiburg am Breisgau
Pues, aunque parezca increíble, no tengo una sola foto de la principal atracción de Friburgo de Brisgovia, que es la "Münster", la catedral. Quisimos subir, pero el día que nosotros fuimos estaba cerrada la torre.
Sí
que paseamos por la ciudad, y vimos las torres de la muralla, los
edificios reseñables (tanto en la plaza de la Münster como el
Ayuntamiento y alrededores).
Nos llamaron la antención los canales (Freiburger Bächle),
que en su momento se usaban como canales de irrigación y que
actualmente se usan como reclamo turístico, ya que es uno de los
símbolos de la ciudad, y para refrescarse. Por lo que vimos, es muy
habitual que la gente meta los pies (o las cervezas) a enfriar en los
arroyuelos. Por eso también, en los puestos callejeros y las tiendas de
souvenirs venden toda clase de juguetes acuáticos para poner a flotar:
barcos, patitos de goma... algunas tiendas ponen cosas delante del
escaparate, sumergidas en el Bächle, como reclamo (un barco, unas botas
de agua coloridas).
Y los tranvías... que están por todas partes, pero aquí, al ser una ciudad grande, hay más, y flipaban a las niñas.
Otra
cosa que me llamó la atención fueron las señales en la acera, indicando
los comercios que hay. Cerca de Friburgo hay dos parques de
atracciones, el Europa Park, que no visitamos y el Steinwasen Park, que
sí que lo vimos otro día, y os lo cuento más abajo.
Monte Kandel
Sankt Peter
Pues ya que subes al Monte Kandel, puedes parar en Sankt Peter y visitar su iglesia, que es bastante bonita en el interior...
Titisee
Para mí fue, sin lugar a dudas, la gran decepción... de los que más se oye hablar y este pueblo, para mí, es como Benidorm o Salou (que no se me ofenda nadie)... para acercarte al lago Titi, tienes que aparcar en un parking disuasorio, bajar andando... y te encuentras en una especie de paseo marítimo, lleno de guiritiendas.
Nuestro segundo alojamiento fue el Schweizerhof. Es una pensión bastante normalita en la carretera. De haber tenido más tiempo, probablemente hubiéramos elegido otra cosa, pero con poco tiempo y a un precio razonable, este alojamiento nos daba, además, la Hochschwarzwaldkarte.
Día 6: Relojes de Cuco gigantes, Vogtsbauernhof y Cascadas en Triberg y alrededores --> 100 km
Vogtsbauernhof
Este día decidimos visitar el Vogtsbauernhof, que es un museo al aire libre de como era "antaño" la vida en la Selva negra. Os dejo aquí el enlace a su web. Ojo, porque nosotros íbamos con la idea de que estaba incluida en la tarjeta de la Selva Negra, pero no. Hacen demostraciones de cómo funciona un molino de agua, una serrería de madera, cocinar con horno de leña... Han ido trasladando instalaciones enteras desde otros puntos de la Selva Negra. Y tienen, además, animales de granja, representaciones... La verdad es que está curioso para echar la mañana y explicarle a los peques como funcionaban las cosas antes de los ordenadores.De camino al parque, visitamos varios de los relojes de cuco más grandes del mundo, que son del tamaño de fachadas:
El primer Reloj más grande del mundo, en Schonach:
Este reloj es del tamaño de la casa, y lo fabricó a mano el bisasuegro de la señora que atiende las visitas. Fue el primero en tener el título de Reloj de cuco más grande el mundo, y se ve el mecanismo desde dentro perfectamente y de cerca, a incluso te explican cómo funciona... los pesos, el ruido del cuco... Esta es su web con horario y dirección. Creo recordar que costaba 2€ la entrada. Haz clic aquí si quieres que te lo abra directamente Google Maps.Eble - Uhrenpark en Schonachbach
Esto es una tienda de relojes de cuco, enorme. Mientras estás dentro, no dejas de oír el tic tac y el canto de los cucos. Con las niñas era divertido... porque según sonaba el "cucú" en un extremo, íbamos a ver qué figuritas bailaban... Y según terminaba ese, empezaba otro. Entretenimiento para media hora "cazando" cucos. En la parte de detrás donde el aparcamiento hay unas figuras a tamaño real que bailan, como las de las los relojes, si les echas una moneda. Y en la fachada contraria es donde está el reloj gigante. Este es gratuito verlo por fuera. Para ver las tripas hay que pagar entrada. Os dejo su web. Y aquí el enlace de Google.Haus der Schwarzwalduhren en Hornberg
Otra tienda, que además de chorroncientos relojes y souvenirs en el interior, en el exterior tiene un reloj tamaño casa. Este tiene la peculiaridad de que no solo canta un cuco, sino también una perdiz. Esta es su web. Haz clic aquí si quieres que te llleve directamente Google Maps.
Haus der 1000 Uhren
Esto es otra tienda de relojes, que encima de entrada tiene unos osos... está en el mismo Triberg, en la calle principal. En esta no paramos. Pasamos por delante. Os dejo localización y web.
Cascadas de Triberg
A las cascadas de Triberg, las más altas de Alemania, se puede acceder desde dos puntos pagando entrada (5€/adulto) y, dicen las malas lenguas, que también sin pagar por un camino cerca del aparcamiento de un balneario (aunque no lo comprobamos). Tiene tres recorridos. Nuestra niña, que es una bendita, hizo dos... (la pequeña iba en mochila todo el viaje, no cuenta). Son bonitas.
Día 7: Teleférico, Rodelbahn, Steinwasen Park y Cascadas de Todtnau. --> 100 km
Feldbergbahn und Haus der Natur
El Feldbergbahn es un teleférico incluido en la HochScwarzwaldKarte. La verdad es que merece la pena la visita, porque las vistas desde lo alto del Feldberg son muy bonitas. En lo alto del monte, a un paseíto, hay una torre/museo desde donde se ve aún más. También está incluida en la tarjeta. El teleférico tiene cabinas temáticas. A nosotros en la bajada nos tocó una que tenía un peluche de vaca gigante que les encantó a las niñas, pero vi también una con enanitos, una de recién casados... OJO, es recomendable madrugar. Nosotros fuimos tempranito y entramos genial... pero cuando bajamos había una cola bastante importante. Hay que dejar el coche en el aparcamiento de abajo, y es bastante carete y por horas completas.
Al pie del Feldberg está la Casa de la Naturaleja (Haus der Natur), también incluida en la tarjeta. Nosotros la visitamos porque, ya que nos iban a cobrar otra hora más de parking, aprovechábamos para hacer algo también entretenido para las niñas. Es uno de esos museos con partes "sensoriales" de descubrir lo que hay por la textura, vídeos en 3D, se puede trepar a una caseta, hacer viaje virtual en globo o en tren...
Cascadas de Todtnau
Las cascadas de Todtnau son también bastante bonitas. Os dejo el enlace de Tripadvisor.
Hasenhorn Rodelbahn
Es otra Rodelbahn, una montaña rusa de esas que subes en telesilla y bajas por gravedad, pudiendo controlar tú la velocidad con unos frenos. Es bastante más larga que la otra que probamos, casi 3 km. Os dejo la web. Está incluída en la Hochschwarzwaldkarte. Eso sí, hay mucha cola. Casi mejor ir a primera hora.
Steinwasen Park
Este es un parque de atracciones, en medio de una montaña, con una Rodelbahn entre animales, atracciones de agua..., caballitos... y un enorme parque de bolas/ pista americana para los más pequeños. También está incluido en la tarjeta de la Selva Negra. Nosotros fuimos por la tarde, y, a toro pasado, yo le habría dedicado más tiempo, porque la niña (la mayor, 5 años), lo disfrutó muchísmo, y los días siguiente preguntó en varias ocasiones si no volvíamos. Os dejo la web.
Día 8: Schluchsee, nacimiento del Danubio y Cataratas del Rin (Suiza) --> 150 km
Este fue nuestro último día ya por la Selva Negra, antes de movernos a la zona del Lago Constanza. Aprovechamos para usar la Schwarzwaldkarte antes de dejar la zona, por eso lo he incluído en esta entrada.
Schluchsee
Otra de las atracciones incluidas en la Tarjeta de la Selva Negra era un crucero por el Schluchsee. Aunque nos llovió, fue bonito. El barco tenía la opción de poner un techo acristalado, de manera que no nos mojamos.
Cerca, pasamos por un Museo de trenes en miniatura (Modellbahnzentrum Schluchsee), incluido en la Tarjeta. Si te gustan los trenes, o quieres entretener a los críos con algo un poco más lúdico, está bien. Aparte de una supermaqueta de 30m2 con varios monumentos, estaciones, ciudades a escala, hay una zona donde los peques pueden poner trenes en marcha, encender y apagar luces en las maquetas...
Después de esto, volvimos a pasar por el alojamiento, a devolver la Hochschwarzwaldkarte, antes de dejar definitivamente la Selva Negra.
Nacimiento del Danubio- Donaueschingen
El nacimiento del Danubio (o no, según si consideres que es esta fuente subterránea que va al Brigach o el nacimiento del río Breg, al que se una para formar el Danubio, o donde se unen los dos), en Donaueschingen, es lo menos glamuroso que te puedas imaginar... pero nos pillaba relativamente de camino. Se trata de una fuente subterránea, de forma circular. El agua mana del suelo y sale por unas tuberías al exterior del pueblo, que se une al río Bregach, y este posteriormente se une al Brech. La fuente del Danubio o Donauquelle está aquí.
Schaffhausen y las Cataratas del Rin
Ojito antes de poner rumbo a Suiza. Acordaros de ponerle al navegador que evite las autopistas, porque son todas de pago y, si no tenéis la viñeta, os cazarán las cámaras y probablemente os caiga un multón.
Las cataratas del Rin, o Rheinfall, en la ciudad Suiza de Schaffhausen, me resultaron francamente bonitas. Se puede hacer un paseo desde enfrente, rodeándolas para ver el peñón del centro desde una o ambas orillas.
Os dejo el enlace al streaming en directo:
En Schaffhausen también visitamos el Munot, que es una fortaleza circular, bastante bonita.
Por dentro está vacía, pero la subida circular es curiosa, y arriba, en verano, ponen un cine. Y en el foso exterior tienen ciervos.
Stein am Rhein
También en Suiza, antes de volver a Alemania a cenar en una verbena (salchichas y cerveza, cómo no) y dormir, visitamos Stein am Rhein, un pueblo muy bonito a la orilla del lago Cosntanza, donde las fachadas de las calles del centro están decoradas. Muchas casas tienen un nombre acorde a la pintura de la fachada. Es francamente bonito.
Y aquí lo vamos a dejar, porque si no, me va a salir una entrada kilométrica (bastante larga es ya) que no va a haber quien se lea...y porque de aquí nos movemos ya un poco más hacia el este, abandonando la selva negra para pasar al Bodensee o Lago Constanza, que visitamos desde Suiza, Alemania e incluso Austria. Espero que os haya gustado y que, si viajais a la zona, os sirva.
Un abrazote,
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